Zapatos en lugar de rosas

Zapatos en lugar de rosas

¡Hoy hablamos de zapatos en el Día del Libro!

– Pues, “caballero medieval que me ha salvado del Dragón”, ¡yo hubiese preferido unas Skechers!

– Pero Cleodolinda, ¡Estos tacones Membur te quedarán divinos! ¡Podrás poner de moda algo que en nuestra época todavía no existe!

– No sé, Jorge… también podría haberlo hecho con unas Wonders. Son elegantes pero a la vez casuales.

– Desde luego… ¡Nunca acierto contigo!

Esta podría ser una discusión cualquiera después de un regalo de aniversario o San Valentín, o ¿por qué no? Entre la Princesa y el Caballero de aquella leyenda de la Edad Media que ahora rememoramos en el Día del Libro.

Esta, cuenta que la villa de Montblanc, en Cataluña, estaba siendo atacada por un colosal dragón. Se dice que empezaron dándole de comer ovejas; cuando estas se acabaron, llegó el turno de los bueyes, y luego, de los caballos. Pero, al final, no tuvieron más remedio que sacrificar a los propios habitantes.

Una tarde la elegida para ser entregada al dragón fue la princesa, llamada Cleodolinda. Cuando el monstruo avanzaba hacia la princesa y ya todo parecía perdido, surgió de entre la bruma un apuesto caballero de reluciente armadura, llamado Jorge, que arremetió contra la bestia. El animal, herido, fue trasladado hasta la puerta de la ciudad. Allí, a la vista de todos, el hombre remató a la bestia de un certero golpe de lanza.

Cuentan que un gran charco de sangre de dragón se formó a los pies del caballero, que en aquel instante creció un rosal en el mismo punto del dragón muerto y que de sus ramas brotaron hermosas rojas rosas. También, que una de ellas, fue entregada por el apuesto Jorge, a la Princesa.

Imaginemos por un momento que en vez de flores, hubieran germinado zapatos de esa victoria. Y que el Caballero le hubiese regalado un par a Cleodolinda. ¿Le habrían gustado?

Ella llevaría, probablemente, un modelo de zapatos propio de su momento histórico, parecido a las manoletinas que hoy conocemos. Seguramente el galán señor bienhechor medieval habría otorgado en sus manos a la Princesa unos tacones, para que pudiera caminar sin pisarse el vestido. Pero ¿y si ella hubiese preferido llevar unas sneakers para poder escapar sola del dragón corriendo la próxima vez? No lo sabemos, pero, ¿por qué no imaginarlo?

En Passe Zapaterías no queremos que seas como nuestro Jorge imaginario, ¡queremos que aciertes! Pero tú conoces mejor que nosotros a tu Cleodolinda o Cleodolindo. Por eso, te dejamos elegir entre miles de modelos de nuestro catálogo de calzado, pudiendo visitarnos en cualquiera de nuestras tiendas en Alcorcón, Leganés, Campamento, CC Plaza Loranca 2 y CC Islazul. Todos ellos florecen de esa hazaña heroica, pero ¿tú cuál escoges?